Virtualización Windows 2000: Un caso de éxito

Cuando hicimos una pequeña y brevísima introducción al concepto de virtualización os comentamos que habría nuevos posts al respecto que ilustrasen las aplicaciones de la misma desde un punto de vista práctico. En este post, os contamos un caso (de forma anónima, claro) que tuvimos que resolver tiempo atrás.

Presentación del caso

El cliente se puso en contacto con nosotros porque en sus instalaciones tenían un viejo servidor (un IBM netfinity 7100, con muchos años de buen servicio a sus espaldas) corriendo Windows 2000 Server. Dicho servidor cumplía diferentes funciones y, entre ellas, era especialmente interesante la de control de presencia. El control de presencia es una base de datos que mantiene un registro de las entradas y salidas del personal de la empresa. Los empleados utilizan tarjetas de identificación que pasan por un escáner en los accesos y éste envía una señal al servidor para que lo registre. Bien, en este caso, esta información se enviaba al servidor gracias a un aparato especial conectado a un puerto serie. Aparte de esta peculiaridad, el resto del sistema era básicamente software y más software.

Virtualización con Proxmox

Pasado el tiempo desde su adquisición, la máquina podía empezar a dar problemas de fiabilidad y ya no existen repuestos (al menos no de forma rápida y de primera mano), por lo que hay que empezar a tomar decisiones para preservar el funcionamiento de la empresa. Sin embargo, no es una tarea sencilla al correr sobre Windows 2000 Server, un sistema que ya no se actualiza. No se puede partir de cero de forma rápida porque instalar todos los sistemas de nuevo es un proceso largo y tedioso e incluso algunas aplicaciones antiguas no están disponibles para los nuevos sistemas operativos. Así que estamos en un escenario «trampa» en el que no hay una solución fácil, directa y rápida que garantice que todo el sistema sigue funcionando sin disparar los costes de mano de obra.

Alternativas

La solución más directa -y que todo el mundo desearía poder implementar siempre- pasa por adquirir una nueva máquina y hacer lo siguiente:

  1. Adquirir una nueva licencia de Windows Server actualizado: unos 720€ si se adquiere OEM un Windows 2012 Standard.
  2. Adquirir las licencias de conexión al servidor para cada usuario que se vaya a conectar: Unos 175€ para 5 usuarios.
  3. Adquirir todas las licencias de software necesarias para control de presencia y otras funcionalidades que cubría el servidor: Muchos miles de €.
  4. Realizar la instalación, configuración, actualización y pruebas para garantizar que todo funciona correctamente: Muchas horas de trabajo, que se traducen en muchos €.
  5. Migrar los datos de todas las aplicaciones y bases de datos a la nueva plataforma y rezar para que todo funcione correctamente. Muchas horas de trabajo y mucha fe, ansiedad y sufrimiento.

La otra solución es basarse en la virtualización de la siguiente manera:

  1. Adquirir un nuevo servidor, actual, potente y seguro, con todas las garantías de que el hardware no fallará en breve y que si lo hace, los diferentes sistemas están redundados y minimizan la posibilidad de un error catastrófico.
  2. Instalar un sistema operativo en el nuevo servidor pensado para la gestión de máquinas virtuales.
  3. Crear una nueva máquina virtual que sea lo más compatible posible al servidor IBM original.
  4. Crear una copia de todos los discos duros y particiones del servidor original.
  5. Volcar esas copias al nuevo servidor y asignárselas como discos duros virtuales a la máquina virtual que acabamos de crear.

La primera alternativa sería la más deseable en todos los casos, pero no siempre es posible, bien porque el negocio no se puede permitir la interrupción de su flujo de trabajo durante tanto tiempo (una o dos semanas si no se complica la migración de datos), bien porque los costes resultan prohibitivos. En segundo escenario también tiene costes asociados, pero se pueden minimizar sobremanera y los tiempos de interrupción del negocio son mínimos (horas en el peor de los casos).

Solución

Finalmente, el cliente elige la segunda opción y comenzamos a estudiar las opciones existentes en el mercado (VMware, Citrix XenServer, Windows Hyper-V, Proxmox, etc…). En Idiria, tenemos plena confianza en las soluciones basadas en software libre, aunque es el cliente el que tiene la última palabra. De las mencionadas, en aquel momento sólo Proxmox tenía una solución totalmente gratuita (tienen planes de pago para actualizaciones especiales y soporte al cliente), aunque en la actualidad también Citrix ha adoptado este modelo de negocio. VMware y Hyper-V son soluciones muy potentes, versátiles y fáciles de manejar pero con unos requerimientos de inversión en licencias y equipos más elevados. Por estos motivos, decidimos que la opción más equilibrada era optar por Proxmox, una plataforma basada en Linux que nos había dado muy buenos resultados y con una interfaz de usuario amigable y un foro técnico eficiente y activo.

Con el visto bueno del cliente, adquirimos el servidor. Un equipo DELL con dos procesadores para un total de 12 cores, 4 discos duros en RAID para prevenir pérdidas de datos, 16 GB de RAM y fuentes de alimentación redundantes. El precio del equipo, puesto en oficina por Idiria, fue de menos de 3000€.

Posteriormente, instalamos el sistema operativo y configuramos una máquina virtual con los suficientes recursos de memoria, disco y RAM para mover con mucha soltura el antiguo Windows 2000 server. Esta tarea se realiza en nuestras instalaciones donde se configura la red según los datos de la empresa cliente. Una vez completado el proceso, se instala la máquina en sus oficinas, se conecta a la red y se procede a las tareas de migración.

Aquí es donde normalmente la cosa se pone interesante, pues cada sistema original es un mundo y no todos los procedimientos de migración dan buenos resultados. Así que hay que ir probando uno por uno hasta dar con la tecla ya que no existe un protocolo que garantice el éxito al primer intento. En este caso, el principal problema era que el servidor original funcionaba con un RAID propietario y al realizar la imagen e instalarla en la máquina virtual ésta iba a darnos problemas. Así fue y hubo que realizar tres o cuatro métodos diferentes hasta dar con la tecla. Para ello, hubo que instalar unos drivers en la máquina original que, una vez volcados a la máquina virtual, permitiesen acceder a los discos sin existir el RAID de IBM. Pues bien, el resultado fue un archivo de imagen que contenía todos los datos y configuraciones del servidor original. En la máquina virtual, se indica que el disco duro de la misma va a ser dicho archivo. Hecho esto, damos las instrucciones pertinentes para que la máquina virtual arranque y ¡eureka!, tenemos en nuestra pantalla el Windows 2000 Server que hace unas horas corría en el viejo servidor IBM. Posteriormente, conectamos el dispositivo de control de presencia a uno de los puertos serie del servidor DELL y le indicamos al sistema operativo Proxmox que dicho dispositivo físico va a ser utilizado por la máquina virtual recién creada. De ésta forma, Windows 2000 tiene acceso al dispositivo y todo vuelve a funcionar con normalidad.

Segunda máquina

Vistos los buenos resultados obtenidos y el buen rendimiento de la máquina, el cliente plantea la opción de hacer lo mismo con otra máquina también bastante antigua, que hacía de servidor de bases de datos. En este caso fue algo más sencillo ya que se trataba de Windows 2003 Server y no había tantas complicaciones de RAID y drivers de discos duros. El proceso fue mucho más rápido y directo.

En la actualidad, con un sólo servidor físico (con los ahorros de espacio y consumo eléctrico que eso implica) tenemos un sistema actualizado, con piezas de recambio disponibles, que nos proporciona un rendimiento sobresaliente y una tranquilidad de cara al negocio que antes no teníamos. Los costes de implementación de todo el sistema han sido mínimos al no haber incurrido en gastos de nuevas licencias ni instalaciones ni migraciones de aplicaciones. El tiempo de ejecución total fue de unas pocas semanas debido al proceso de prueba y error para poder migrar la primera máquina. Es importante mencionar que, durante todo este tiempo, no se interrumpió el funcionamiento de la empresa. Sólo el día de la migración final -que se realiza en fin de semana para minimizar molestias-, hubo que desconectar los servidores por un período de unas pocas horas.

Coste total para el cliente

El coste final total para el cliente rondó los 3900€ IVA incluido. Esto tiene en cuenta el servidor, la instalación del mismo in-situ, transporte, mano de obra y todos los procedimientos de migración de las máquinas existentes, pruebas y mano de obra posterior en caso de ser necesaria para afinar algún elemento.

Si tiene algún escenario similar que quiera consultarnos o que planee migrarlo, no dude en ponerse en contacto con nosotros para que le asesoremos de forma totalmente personalizada, gratuita y sin compromiso de ningún tipo.

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