El precio de los programas

En un mundo en el que los precios de todo lo que compramos no para de subir, en la informática se da el extraño efecto contrario. Desde hace muchos años, los aparatos electrónicos —y entre ellos los ordenadores— han ido incrementando sus prestaciones a la vez que reducían sus precios.

Si bien, como hemos comentado, las máquinas (hardware) son cada vez más baratas a igualdad de prestaciones, no sucede lo mismo con los programas (el software). O al menos, no lo percibe así el usuario final. Pero, ¿por qué?.

El software y sus costes

Existen diversos factores que pueden explicar este fenómeno y mi impresión profesional y personal es que se debe a los siguientes factores:

  • Desarrollar software es un proceso que no termina nunca y hay que proporcionar continuas renovaciones al cliente. En el momento en que compramos un ordenador, si lo queremos mejorar tendremos que adquirir nuevas piezas o periféricos. No queda otra. En cambio, los programadores están continuamente añadiendo nuevas funcionalidades, mejorando el rendimiento, corrigiendo errores, etc.. Por lo tanto, al adquirir un ordenador sabemos lo que tenemos hasta que lo cambiemos o mejoremos. En el software, compramos un producto y pagamos un precio, pero ese precio incluye continuas mejoras y soporte (hasta cierto límite).
  • El propio proceso de ingeniería. Todos los que hemos estudiado informática, telecomunicaciones o afines, sabemos que para diseñar una máquina, existen una serie de procedimientos muy estandarizados y claros que empiezan en el punto 1 y terminan en el N. Llegados al punto N, es muy probable que el producto esté completo y sin errores. En cambio, el software, aunque también tiene ciertas metodologías, también tiene mucho de arte y de procedimiento de refinamiento continuo. Esto, la falta de un proceso determinista, siempre va a encarecer los procesos de desarrollo.
  • El software libre. Los últimos años han supuesto un «boom» para el software libre. Aunque aquí hay varios conceptos que aclarar (libre, gratis, propietario, freemium, etc…), supondremos que hablamos del software por el que no pagamos en el proceso de la «adquisición». Esto es muy goloso cuando queremos reducir costes y, en efecto, es muy provechoso en ciertas circunstancias. Sin embargo, si queremos un soporte profesional para estos productos o poder «exigir» la resolución de un problema, no queda otra que pasar por caja o esperar que otro usuario bienintencionado nos ayude a solucionarlo. Si queremos garantías, pasar por caja nos dará tranquilidad.
  • La piratería. El todo gratis se ha instaurado en nuestra mente en lo referente a todo lo susceptible de ser copiado (películas, libros, software, etc…). Esto ha supuesto que muchas empresas no puedan competir en un mercado ya de por sí muy copado y con estrechos márgenes.

Por lo tanto, cuando adquirimos una copia de Windows a 100, 200 o 500€ —y más, dependiendo de las versiones— y nos quejamos de su precio, debemos entender que detrás hay una industria enorme, muy competitiva y que nos aporta unos servicios adicionales que la piratería no puede proporcionar y además, destruye. Es más, la probabilidad de dañar nuestro equipo con este tipo de software pirata es muy alta, pues ya se encargan sus distribuidores de introducir código malicioso en las copias para robar información sensible, captar información que luego revenden, etc…

Dónde comprar, donde no comprar y casos extraños

A mí no para de sorprenderme que la gente siga adquiriendo software en plataformas como eBay. Los precios que ofrecen son, en la mayoría de los casos, evidentemente bajos para ser reales. Son, simplemente copias piratas. Es decir, no sólo contribuimos a la piratería sino que también ¡pagamos a los piratas!. El caso de eBay lo puedo comprender porque se trata de una plataforma de intercambio usuario-a-usuario que es difícil de controlar pero… ¿y Amazon?, ¿cómo es posible que en esta plataforma también se den estos casos?.

Por lo tanto, a la hora de adquirir software con garantías, os recomiendo adquirirlo en lo que se denomina el «canal» autorizado. Esto es, tiendas de reconocido prestigio, proveedores de informática, las propias marcas, etc…

Si tienes alguna duda sobre las licencias de software, sus tipos (lo cual es un verdadero caos en algunos casos —OEM, retail, volume, etc..—, contacta con nosotros y te asesoraremos sobre las mejores alternativas para rentabilizar tu inversión sin correr riesgos.

 

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