El bulo (y el peligro) del «todo gratis» en informática
Existe una idea, bastante generalizada, entre nuestros clientes y los usuarios de informática en general que consiste en que la informática es (o debería ser) gratis. No sólo eso, sino que la culpan, contínuamente, de que las cosas no funcionen.
El «primo» y el «cuñado»
No es raro que pasemos un presupuesto sobre una instalación nueva o el desarrollo de una aplicación y que nos suelten, con total naturalidad, un «es que mi primo (cuñado, hermano, amigo, etc..), que sabe de ordenadores, me lo arregla gratis». Efectivamente, puede que lo arregle gratis, igual que yo puedo cambiar el aceite de mi coche y que siga funcionando. Otra cosa muy distinta es que sepa por qué el aceite hay que cambiarlo, por qué tiene un color u otro, por qué hay limaduras de hierro en el aceite.. Y, por supuesto, lo haré en mi tiempo libre, no quitando horas a mi medio de vida, mi trabajo.
Pues bien, ese «primo» te está ayudando gratis (o eso crees), pero a largo plazo vienen los «madres mía». Curiosamente, los clientes llegan a nosotros muchas veces desesperados porque un «primo» les ha dejado un agujero difícil de sostener. Y es aquí cuando el coste de la reparación (si es que es posible) resulta mucho más abultado y lo barato, como se dice, termina saliendo caro. Y no es por nada, pero el final no siempre es tan «feliz», de hecho una mala política de copias de seguridad hace que el 40% de los negocios que sufren una pérdida de datos terminen cerrando por ello.
De forma inexplicable, cuando el cliente vuelve a la normalidad, tras un gasto importante para superar el «bache» del «primo», poco a poco regresa a la política de «ahorro primo mediante», volviendo a repetir el ciclo inexorablemente. Es posible que, esta vez, el final no sea tan feliz.
El software gratis
Lo mismo pasa con el software. El cliente nos dice que quiere poner Office en su ordenador. Le damos el precio (180€ mínimo para la versión Hogar y Empresas). Lo primero es decirnos que pongamos la Home (más económica)… pero no se puede, la licencia no cubre el uso profesional y, algún día, eso puede costarles un disgusto si a Microsoft (dentro de las atribuciones que le da la aceptación de licencias —eso que, cuando instalamos, aceptamos sin leer—) decide inspeccionar nuestra instalación. Finalmente, nos piden que se lo pirateemos. Tienen la sensación de que pagar por el trabajo de otros no es justo y no deja de ser paradógico cuando ellos se terminan lucrando gracias al uso de ese software. ¿Cómo se le puede pedir a un informático, una persona que vive del software y del hardware, que trabaje gratis?.
Por otro lado, uno de los problemas del uso de software pirata es la falta de seguridad. Por ahorrar unos euros, estás poniendo en peligro tu negocio. ¿En peligro?. Sí, en un peligro muy elevado. Usas software que ha sido modificado para sortear los mecanismos antipiratería. La gente que hace esto, normalmente, introducen su propio código maligno en el software que tan «altruístamente» te están regalando. Este software permite robar tus datos, hacer un uso fraudulento de tu equipo (poniéndolo bajo tu control), realiza espionaje industrial, permite la entrada de virus… etc.. . ¿Da miedo?, debería.
Conclusiones
Realmente es un problema de concienciación y nosotros no perdemos la oportunidad de «evangelizar» con esta idea. ¿Obtienes algún tipo de beneficio al usar un programa o un ordenador?. Piénsalo, ¿agiliza tu trabajo o incluso permite que hagas cosas que de otra forma no podrías?. Si no regalas tu trabajo, no pidas que los demás lo regalemos, está feo.
En conclusión, lo gratis no existe, nadie da duros a cuatro pesetas y lo barato sale caro. Confía en profesionales y, en la informática, confía en IDIRIA.