En nuestra serie de entradas del blog que tratan los distintos términos utilizados en la práctica informática, ha llegado el momento de hablar del backup o copias de seguridad.
Toda aquella persona que, trabajando con ordenadores, nunca haya perdido un archivo o hace las cosas muy bien o tiene mucha suerte. Perder datos es solo una cuestión de tiempo y tarde o temprano nos afecta a todos. La pérdida puede deberse a muchos factores distintos como:
- Rotura de un disco duro u otro soporte informático.
- Virus y otros programas malintencionados. En otro post hablamos del ransomware, que actualmente está causando enormes daños.
- Borrado accidental de datos. Tal y como le sucedió al que esto escribe con su proyecto fin de carrera.
- Robos en la oficina. Los ladrones tienen la mala costumbre de ser propensos a llevarse todo material informático a su alcance.
Y esta lista podría alargarse y alargarse sin fin.
A pesar de que no podemos evitar que estos eventos se produzcan, podemos prevenir y evitar los efectos resultantes. Para ello, recurrimos a las copias de seguridad de los datos que, bien realizadas, nos permiten hacer frente a cualquier desastre.
Si bien en castellano utilizamos indistintamente «copia de seguridad», «copia de respaldo» o «backup», la economía del lenguaje y la omnipresencia del inglés hace que estemos familiarizados con el término y lo usemos en el día a día.
Así que este es el concepto de backup o copia de seguridad. Básicamente nos permitirá evitar grandes quebraderos de cabeza su correcta implementación. Y teniendo en cuenta que algunas empresas llegan a cerrar por culpa de estos eventos, no es un tema banal que debamos obviar y confiarnos a la suerte de que a nosotros no nos va a pasar.